Culpar a Intangibles
Culpar a intangibles es una mala práctica consistente en desviar la responsabilidad desde personas, empresas y partidos políticos hacia elementos intangibles, como la providencia, la informática o la electricidad.
Ejemplos de culpar a intangibles
Hay muchos ejemplos reales de esta mala práctica:
- "Un fallo eléctrico afecta al sistema informático de la Xunta durante 22 horas" [1], que se caiga la luz en una zona de una ciudad no es motivo para que se deje de dar servicio, para eso están los clusters de servidores geográficamente distribuidos.
- "Un problema informático impide realizar durante doce horas los transbordos gratuitos en los autobuses urbanos" [2]. En este caso el problema fue "informático", pero la solución la proporcionó la empresa Tuzsa, el mensaje está claro: la informática es malvada, la empresa es buena.